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Lana de oveja, patrimonio natural y fibra sustentable

Lana de oveja, patrimonio natural y fibra sustentable

Lana de oveja, patrimonio natural y fibra sustentable.

Sus orígenes, procesos productivos y la revolución industrial.

 

Los seres humanos domesticaron a las ovejas hace, por lo menos, unos 9 mil años atrás. De hecho, son los primeros animales que fueron domesticados junto con los perros. Los ancestros de la oveja actual son los muflones asiáticos de Mesopotamia. Las antiguas ovejas se parecían más a una cabra que a los ejemplares de vellones suaves que conocemos en la actualidad. Desde Asia, las tribus nómades llevaron las ovejas hacia Europa, con el paso de los siglos, los seres humanos desarrollaron una crianza selectiva dejando los mejores especímenes para reproducción y el resto para alimentación.

 

 Lana de oveja, patrimonio natural y fibra sustentable.

 

Las fibras de lana corresponden a la categoría de fibra de origen natural y animal, tal como es el caso de la seda. Los filamentos de las fibras de lana son más cortos que los de otras fibras de origen natural, como es el caso del lino, y en promedio pueden medir hasta 12 cms de longitud. El grosor de la fibra se mide en micrones y tiene directa relación con la calidad y suavidad del tejido final.  Las ovejas tradicionalmente tienen distintos tonos de lana, entre ellos: matices de blanco, gris y café. Sin embargo, la industrialización de esta fibra fue seleccionando las fibras más blancas ya que permitían teñir de mejor manera.

 

Ovejas - lana de ovejas patrimonio cultural

 

La cruza selectiva de ovejas ha resultado en una serie de razas finas: Corriedale, Merino doble propósito, Suffolk, Romney Marsh. En cuanto al procesamiento de la fibra, ya sea realizado de forma artesanal o industrial, el primer paso es la esquila de la oveja y luego la selección y clasificación de los vellones. Dependiendo de la zona del cuerpo del animal de donde provengan las fibras de lana, tendrán distintos largos y grosores. Una vez realizada esta selección la lana es lavada, proceso en el cual pierde cerca de un 15% del peso inicial que es tierra y sebo, luego se seca, y se separa de acuerdo a su calidad y fines entre lana cardada y lana peinada. El sebo, en otras palabras la grasa de la lana, llamada lanolina y sirve para hacer una serie de productos derivados.

 

Esquila lana - lana patrimonio cultural Chile

 

Nuevamente la lana seleccionada para posteriormente ser cardada o hilada. La de mejor calidad se deja para ser hilada y tejida en textiles finos de vestir. La lana cardada se usa para la elaboración de textiles más gruesos como: frazadas, alfombras y tapicería. En cuanto al proceso productivo y en términos simplificados, la lana cardada es hilada, estirada y enrollada mientras que la lana peinada se peina, separa, tensa y aprieta. El tipo de hilado dependerá de la calidad de la lana siendo la merino la más fina y valorada en el mercado.

 

La revolución industrial no solo transformó los procesos productivos sino también instaló nuevas dinámicas sociales, culturales y económicas que aún perduran hasta nuestros días. Sin la cultura de la lana que los europeos desarrollaron durante la Edad Media y antes de que algodón de las colonias alimentara las nuevas maquinarias fue la lana la protagonista de las primeras fábricas, en aquel ambiente ruidoso, lleno de pelusas y de suelos húmedos. Por siglos, la lana fue la reina de las fibras naturales. Solo para ser desplazada por el algodón y luego, hacia mediados del siglo XX, por la masificación del sintético que la desplazó especialmente en el segmento de textiles de hogar.

 

Fabrica de lana - lana patrimonio cultural y sustentabilidad

 

La lana en Chile: historia y cultura local.

El primer rebaño de ovejas que llegó al país fue importado por los españoles durante el siglo XVI. A esta raza de ovejas se les conoce como criollas y se encuentran extendidas por todo el territorio nacional, especialmente desde la zona centro hacia el sur del país. Las ovejas que llegaron a la Patagonia posteriormente fueron las Merino, que si bien son de origen español, fueron introducidas por los ingleses durante el siglo XVIII e importadas desde las islas Malvinas (Falkland).

 

El desarrollo del hilado y tejido de lana es especialmente notorio en términos culturales en la isla de Chiloé. Tras siglos de evolución, la oveja chilota es reconocida como una raza en sí misma. Altamente valorada por su carne pero también por su pelo que ha sido trabajado creativamente por las mujeres locales en grandes telares ubicados dentro de los hogares de distintas localidades, lo cual ha permitido un florecimiento estético que es parte de la cultura chilota tradicional.

 

Frazadas Chiloé - lana patrimonio cultural y sostenibilidad

 

La lana fue protagonista en la incipiente industrialización textil chilena. Desde mediados del siglo XIX en adelante, las dos primeras industrias textiles que se pueden considerar como fábricas modernas en el país producían paños de lana. La Fábrica de Tejidos El Salto, ubicada en Conchalí fue fundada por el propio Estado en 1850 para cubrir las necesidades del ejército y otras instituciones gubernamentales. La segunda fue instalada en 1865 en un antiguo molino de Tomé por Guillermo Délano Gibson cuya historia cuenta que viajó a California, Estados Unidos y cambió un cargamento de trigo por 24 telares. Bellavista Tomé sigue siendo la fábrica de paños más importante del país y no sería incauto señalar que es la más importante a nivel Sudamericano. Además, la instalación de Bellavista Tomé dio paso a otras dos importantes fábricas en la ciudad: la sociedad nacional de paños Oveja y la fábrica Italo-americana de paños, más conocida como FIAP. El desarrollo de la industria lanera en Chile solo fue opacada por la industria del algodón que se instalaron en la capital con aportes del Estado y se enfocaron directamente en el mercado nacional hacia mediados del siglo XX.

 

Bellavista tomé

 

Una fibra ancestral que mira hacia el futuro.

 

Hoy en día, la industria de la lana busca instalarse en el centro de la discusión en torno a la sustentabilidad en moda. Pero... ¿Es la lana sustentable? Mi humilde opinión es que sí. Es verdad que al igual que otras fibras de origen natural requiere de muchos recursos para su producción: animales, tierra, agua, cuidados, etc.  Sin embargo, en la fase de uso de la prenda, la lana es la ganadora en términos de sostenibilidad frente a todas las otras fibras. Primero, porque se sabe que las prendas de esta fibra animal son las que se mantienen por más tiempo en el closet de las personas y las que menos requieren de lavado. En otras palabras, se lava poco y no debe secarse en secadora por lo tanto el gasto de energía durante esta fase es muy bajo. Otras ventajas es que es biodegradable, antiinflamable, reciclable e hipoalergénica. Podemos mirar desde el presente hacia un futuro que no tiene porque ser lejano, de hecho no lo es, porque nuestra historia lanera es aún reciente, contamos con abundancia de recursos y con un poco de ayuda por parte de nuevos procesos tecnológicos que pueden potenciar su manufactura en múltiples productos nuevos, como es el caso de textiles para el deporte.Nuestra querida lana puede volver en toda su gloria y ocupar el podio que se merece dentro de las fibras textiles más antiguas y nobles que se renueva para seguir entregándonos calidez y abrigo por los siglos a venir.

 

abrigo lana - nashion it - maria jesus Jofre

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