Por Francisca Vargas Ramos
Recientemente participaron del último desfile de Viste la Calle, donde presentaron su colección Quiltre una cápsula de upcycling, que une el street wear con el neo couture y hot couture, pero que más allá de la materialidad retrata el proceso de mestizaje y oficios de diferentes culturas.
Comenzó como una manera de desahogo y experimentación artística. En el 2015, Priscila Huaman N., diseñadora textil y Diego Yáñez G., creador audiovisual, comenzaron un proyecto interdisciplinario que les permitiera decantar sus convicciones filosóficas, audiovisuales y del diseño. Su principal objetivo era lograr ser disruptivos en cuanto a su propio pensamiento para así invitar a sus espectadores a cuestionar las convenciones del mundo de la moda.
El camino de Huaman Autor según sus creadores, ha sido corto, sin embargo, lo consideran bastante exitoso y gratificante. En Vístete Local quisimos conocer sus apreciaciones luego de su último lanzamiento y conocer más sobre su filosofía y misión como diseñadores dentro de la industria de la moda nacional.
¿Qué caracteriza a Huaman Autor?
Huaman Autor es muy activista en todo lo que hace desde que nació. Desde la colección cápsula que se llamó Exilio y así como muchas colecciones que hemos lanzado con respecto de las redes de pesca, la migración. Siempre estamos con la impronta de dar a conocer ciertas problemáticas que se están generando en el día a día y sacarlas a florecer para que al mismo tiempo el usuario que llega a usar esa prenda también se siente identificado tanto en la filosofía de la marca como también en la vestimenta y verse también con cuestiones de diseño pero como un detrás, como un ejemplo.(...) Entonces, todas esas convicciones, tanto como sociales, culturales, nuestra exploración a través de varios países y el legado textil, patrimonial, nosotros los tratamos de catapultar y llevar a cabo a un sentido no de apropiación, sino de conceptualización, bajo una mirada que tenemos ambos, que es la mirada artística que convergen con la autoría.
¿Cómo nace su colección Quiltre?
La colección que presentamos en Viste la Calle, llamada Quiltre, es un mestizaje representativo de Latinoamérica. Se llama quiltre por el lenguaje inclusivo, pero al mismo tiempo porque quiltro es una palabra peyorativa con respecto al proceso de mestizaje. Por lo tanto nosotros queríamos recalcar eso como una crítica social y al mismo tiempo establecerlo, sacarlo de contexto y establecerlo como la palabra que daba en el clavo para poder ser de alguna manera incluso representando en la prenda esa fusión. Esa fusión entre lo europeo, que son los sacos, la fusión entre lo indígenas, lo andino, lo antiguo. Es claro que todo esto es tejido que se entrecruza en toda esta parte de las tipologías. Entonces es esa mezcla que quisimos lograr y me parece que se veía también el lado español, el lado argentino, del gaucho.
En el medio digital Quinta Trends se hizo una análisis sobre esta pasarela y mencionaron a Huaman Autor en una crítica bastante positiva ¿qué sentimiento les genera esta recepción?
Bueno, la verdad es que nosotros leímos el artículo y la verdad que nos gustó mucho la crítica y el análisis que tiene Sofia Calvo con respecto a lo que es el medio ambiente y tomarlo realmente en serio. Su comentario nos da fuerzas para poder tener constancia y seguir en lo que estamos haciendo. También es importante una crítica que esté apuntando a las problemáticas actuales, porque sí, hay millones de críticos que critican morfologías de prendas, construcción, etcétera, pero yo creo que a lo que hay que poner ojo hoy en día a nivel de producción es la que se desarrolla de manera consciente, la que no sobreproduce, la que realmente mensura la trazabilidad de los materiales y de dónde provienen y cuál es el trato que se les da a las personas que están relacionadas a esa cadena de producción.
¿Cuál creen que es el desafío actual que enfrentan los diseñadores nacionales frente a la sustentabilidad de sus marcas?
Nosotros no somos 100% sustentables, nadie lo es y nadie lo va a lograr ya que es imposible. Pero tener criterios, por lo menos de cuidado o por ejemplo en una pasarela, pedir cinco criterios de sustentabilidad en tu cadena, me parecería algo que se vería más a futuro a poder hacer. Y no es algo imposible tampoco de realizar. Es difícil ahora, justamente, porque de alguna manera llevar a cabo una marca que sea sostenible no tiene que ver con algo abstracto. No es solamente tener materiales nobles o etcétera. Sino que tiene que ver también con mensurar. Y mensurar la trazabilidad en cuanto a huella de carbono que uno emite por traslado u otras acciones. Por lo tanto, nosotros no somos fundamentalistas con respecto a un tema que no se puede serlo. No se puede ser fundamentalista, sino que cada uno tiene que aportar de alguna manera para que no exista el nivel de contaminación o sobreproducción o desecho que existe.
¿Qué les parecen las instancias de desfiles como lo es Viste la Calle?
Agradecemos mucho a Viste en la Calle porque nos ha dado mucha visibilidad. Mucha gente nos ha inscrito por eso, editoriales y demás, y creemos que es una buena instancia que hoy se tiene en Chile de presentar a diseñadores emergentes. Creemos que lo ha hecho a lo largo de su tiempo, esos 15 años de historia que tiene, que varios diseñadores se han dado a conocer por ahí. A nosotros nos está pasando eso y agradecemos mucho ese espacio. Para nosotros es esencial que exista. De hecho, en Chile es una instancia en donde reúne diferentes diseñadores independientes, no solamente una visibilidad industrial y de alguna manera eso enriquece el imaginario del diseño.
Su indumentaria considera biomateriales, tejidos monomatéricos, tejidos certificados e hilados de ropa reciclada de origen local ¿buscar este tipo de materias primas resulta muy complicado en Chile?
Siempre cuando tú llegas a un territorio tienes que estudiar el territorio, cuáles son sus materias primas, cuáles son las materias primas que producen, qué es lo que generan los mercados imperantes, cuáles son sus desechos, cuáles son problemas. Entonces comenzamos a averiguar este mercado y nos dimos cuenta que aquí hay una gran cantidad de lana, hay alpaca, hay artesanos de toda la región de Petorca que tienen un legado tremendo a través de los años, desde el indígena hasta el contemporáneo. Por lo tanto, empezamos a reflexionar sobre nuestra tarea para con el diseño y que es mejor trabajar de una manera más consciente, más inteligente. No de una manera como mega esforzada sin conseguir nada, sino que de manera inteligente poder optimizar el trabajo.
¿Qué prácticas se deben mantener en la concepción de una marca de vestuario?
Todo converge a estrategias de diseño que sean orientadas justamente al cero residuo, el supra reciclaje, el upcycling, que es un reciclaje de manera creativa, y que las prendas vuelvan a tener un curso, para no dejarlas como basura. Nosotros también involucramos al cliente en esa rueda ya que pasa a ser tu responsabilidad. Ahora si se te rompe, nosotros lo reparamos, si le quieres hacer un upgrade, lo hacemos. Increpamos porque finalmente no son consumidores pasivos, nunca fueron pasivos, porque si tú estás adquiriendo una prenda, tienes que también hacerte responsable de ella.
¿Ha sido difícil para ustedes como diseñadores independientes poder posicionarse en el mercado nacional del diseño?
Sí, es difícil. En tema de visibilización, hemos logrado estos highlights donde muy rápidamente nos hemos hecho conocer, porque para mí dos años no es mucho. Hay muchas personas que realmente les gusta mucho el proyecto que tenemos, hemos forjado una comunidad con los usuarios. Sin embargo, sí es complejo porque nuestras prendas no son baratas. O sea, tú vas a un mall y claramente un suéter de acrílico es más barato y la gente igual puede ser que la compre y demás porque es de la marca tal. Cuando es una marca de autor, por ahí la gente no lo conoce, por más que sea 100% análisis, la gente duda un poco. Es difícil escalar y tratar de competir con marcas más consagradas y también importadas. Creo que igual también es incipiente a ese nivel también la concientización de las personas en escoger también diseñadores nacionales con prendas que de alguna manera también tienen mayor calidad (...) Nosotros funcionamos con un concepto que inventamos que era prendas modulares, no creamos tendencias, sino que creamos prendas que se vayan anidando con el concepto de la identidad de la persona que lo quiere usar. (...) Por lo tanto, nosotros no imponemos, ahí es una de las cosas que intentamos hacer desde un comienzo, no imponer un sistema estético de moda, sino que de alguna manera que el usuario o el cliente vaya encontrando esa prenda que le va a hacer matching con otras cosas que ya tiene.
¿Cómo ven el futuro de Huaman Autor en 3 años más? ¿Cuál sería el siguiente paso en su marca?
Nosotros esperamos la internalización y ser una marca que permita decir que Latinoamérica está presente con sus tejidos, con diferentes tipos de artesanos. También nos gustaría tener un local y estar un poco más consolidados. Y además, poder trasladarla a otras regiones, aprovechar el nivel cultural y el legado que tienen otras regiones para poder seguir haciendo crecer el proyecto, porque es un proyecto interdisciplinario y algo no menos importante que son los colaboradores que siempre nos han dado la mano. El diseño es colaborativo, y lo será hasta que lleguemos a tener la industria realmente bien montada aquí en Latinoamérica. A nosotros no nos preocupa esa otra cosa que también tratamos de derrumbar en el ambiente de la moda, esto del recelo, que lo hice yo y me lo copiaron, etc. Nosotros funcionamos con un término que yo lo saco de la programación también, de mi mundo, que es open source, que también se da ahora en la moda también. Que es como, nosotros no tenemos miedo de colaborar, ni mostrar, ni decir, ni tener esa mirada tan verticalista que se daba antes en los sectores de la moda.
¿Se sienten satisfechos con el trabajo realizado en Quiltre y su presentación en la pasarela de Viste La Calle?
Si, nos sentimos realizados, felices y orgullosos. Es algo que te revitaliza, que te impulsa a seguir haciendo a pulmón el proyecto y de alguna manera hacerlo con más fuerza y más determinación. Después de Viste la Calle nos sentimos felices de cómo se está acogiendo el proyecto y seguir. Vemos errores, porque somos así, pero eso nos impulsa a seguir en una nueva colección, a dar más.