Su cesta

Su cesta está actualmente vacía.

Mi nombre es Carolina. Pero esa no soy yo.

Yo soy autodidacta, curiosa, apasionada y una eterna aprendiz. Abogada de profesión, pero eso, no es relevante hoy, así me ganaba la vida. Hoy sé que soy fuente de una enorme capacidad de transformación personal.

Quizás como muchos tuve que perderme para encontrarme. Hace algunos años y tras lo que viví como una crisis tras un importante cambio laboral, intentando encontrarme más allá de la imagen construida de mí misma intentaba dar curso a una pulsión creadora que por mucho tiempo formó parte solo de un área privada de mi vida.

Estudie pintura durante 10 años en el taller de Andrés Baldwin y también orfebrería, aunque en justicia no puedo decir que soy pintora ni orfebre. Nací con el taller en casa, entre telas y cueros en los tiempos donde el diseño era un oficio no una profesión. Aprendí de costura de mi madre, a reconocer las telas en el taller.

Como casi todo en mi vida, el Shibori y la tintura me eligieron y descubrí que amo tinturar.

La Seda, tan noble, se presta a la tintura amable por lo que resulta ideal para tinturarla, pintarla, marmolearla, fieltrarla, imprimirla dando expresión a un mundo textil que se develó palpitante de emoción ante mí.

El Shibori se encargó mágicamente del diseño, dejando a mi cargo solo lo que me apasiona, el COLOR.

Como siempre, comencé a avanzar, haciendo camino al andar, sin relato, sin planes, sin expectativas y de a poco me arranque el traje de ejecutiva y me transformé en una nueva versión de mí misma atreviéndome a verme con los ojos de quien comienza curiosa, apasionada un oficio que no ofrece más limite que aquel que deseamos colocarnos a nosotros mismos.