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Para volver a encontrarnos

Para volver a encontrarnos

Por Rosario Badilla

Diciembre es un mes de mucho gasto. Y si le sacamos la navidad y sus regalos, la tenida para el año nuevo y la ropa de nueva temporada. ¿Diciembre es un mes de mucho gasto?


Claro está que vivimos en una sociedad de consumo, tenemos que comprar para poder comer y vestirnos. Pero ¿por qué necesitamos comprar tanto? ¿Por qué el deseo es tan grande que hace que lleguemos a endeudarnos? Chile es el mayor consumidor de ropa de Latinoamérica; las personas tienen más ropa de la que necesitan, probablemente porque hay un deseo permanentemente insatisfecho en ellas.

En una reciente conversación online realizada por Fashion Revolution Chile; Vanessa East, Psicóloga, especialista en temas de sociedad de consumo, dijo que hablar de consumo excesivo es un tema complejo. Usualmente las compras compulsivas estaban asociadas a ciertas patologías de salud mental, pero hoy en día es una conducta que se ha vuelto tan habitual, que cuesta separarlo de la enfermedad. 

Y es aquí donde comienza el debate ¿quién está enfermo, el que consume en exceso o el mundo en el que vivimos? No hay que atribuirle toda la responsabilidad al sujeto.

Cada vez hay que tener más voluntad para no comprar. Black Friday y cyber days nos bombardean con descuentos muchas veces imperceptibles, los 2x1 casi te obligan a comprar de más y las filas para llegar a las cajas siempre con estantes llenos de tentaciones inútiles que después quedan debajo del sofá. 

Lo que ocurre con el consumo es que muchas veces sustituímos algo, Vanessa dice que ese algo no es una necesidad real y lo que hacemos es sustituir una especie de vacío permanente. “Zygmunt Bauman habla de esta era como la era del vacío, en términos sociológicos”, afirma Vanessa.

Beatriz O'Brien, Socióloga y Directora de Fashion Revolution Chile, también fue parte de la conversación y dijo que “en la teoría sociológica, cuando se estudia el consumo, se habla de que ha llegado a ser tan importante en nuestras vidas que llegó a ser nuestra forma de relacionarnos, de vivir en el mundo social”. 

Beatriz pone como ejemplo la teoría de Michel Maffesoli, quien dice que al perder el sentido de comunidad y los vínculos humanos, reemplazamos ese vacío por una actividad social que es el consumo, que además fue potenciado por el marketing y la publicidad, que piensan todo el día cómo la gente puede seguir comprando más.

Es difícil lograr un cambio si el desarrollo de la identidad y la satisfacción de los deseos está siempre ligada a lo material, en un mundo material. Pero es importante saber que detrás de cada cosa nueva que adquirimos, hay una necesidad dentro de nosotros que necesita ser escuchada y mientras más la escuchemos menos vamos a necesitar consumir para volver a encontrarnos.

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